CAYAMBE
Y SU IDENTIDAD
La
ubicación y el entorno geográfico, las tradiciones, costumbres,
creencias y otras características de un pueblo, respecto de los demás,
en el ámbito nacional e internacional, conforman su identidad en el
tiempo y en la historia.
Cayambe tiene su identidad propia, creada y sustentada a lo largo de los
siglos, la que se ha ido forjando y afirmando, desde sus orígenes
prehistóricos y en sus diversas etapas de la Historia.
Huellas de las civilizaciones anteriores a la incaica (egipcia maya
azteca chibcha, quitu-cara) subsisten entre nosotros en las leyendas,
las fracciones lingüísticas de los idiomas extinguidos (incorporados a
la Toponimia y Antroponimia), al baile y canto de los aruchicos de junio
y julio por la Fiesta del Sol, las comidas típicas, la medicina natural,
la música ancestral, los vestigios arqueológicos, el conocimiento de la
ciencia astronómica practica, etc.
Herederos de aquellas antiguas civilizaciones, los primitivos cayambis
mantenían su creencia en su dios Sol, al que lo aclamaban con una
connotación distinta a la de los Incas: los cayambis con su gozoso baile
y canto individual y masivo de los aruchicos, "ganando la plaza mayor"
desde la ultima semana de junio de cada año, en gratitud por la
maduración de los sembrados (era la iniciación del tiempo de cosechas);
en cambio los incas, en el Cuzco, Perú, agradecían al Inti (sol), 'por
haberles dado un buen padre fundador del Tahuantinsuyo llamado
Mancu-Capac Inca, celebración solemnísima que incluya un desfile militar
en el que se exhibían las armas con que obtuvieron las victorias de sus
numerosas conquistas.
Los incas, comandados por su monarca Huayna Capac, continuaron con su
guerra de conquista hacia el norte de Quito: invadieron la región de los
cayambis, cochasquies y caranquis, quienes, confederados alrededor del
cacique Cayambi, Nasacota Puento, resistieron heroicamente a los
cuzqueños hasta ser vencidos a orillas del Yaguarcocha, después de una
fatigosa guerra de 17 anos, según lo anota el historiador nacional
Aquiles Pérez Tamayo, nativo de la parroquia Cangahua de este cantón.
Los mitmas o mitimaes peruanos, en su condición de vencedores,
impusieron su idioma quechua (que posteriormente en el Ecuador se
convirtió en quichua), su organización administrativa, su cultura,
durante unos cuantos años, hasta la llegada de los conquistadores
españoles.
Los cayambis jamás aceptaron la incursión de los Incas
y sostuvieron su heroica resistencia de 17 años consecutivos
hasta ser derrotados a orillas del Yaguarcocha, en Imbabura (lo afirma
Aquiles Pérez Tamayo), y se opusieron tenazmente a sus invasores, por
ser un pueblo soberano, con identidad propia, idioma distinto, y dueño
de una particular cultura heliolátrica, según su cosmovisión y manera de
regular la vida de la comunidad.
En cada etapa histórica, al igual que los demás pueblos de América
Andina, los cayambis fueron sometidos integral mente por sus invasores,
en lo ideológico, político, administrativo, social y económico. Es un
tiempo durante el cual se produjo el inevitable mestizaje étnico,
lingüístico y cultural.
Por su parte, la Iglesia Católica de la Colonia, en su Sínodo Quitensi,
dispuso que el pueblo aborigen y mestizo aprenda, hable y escriba en
quichua y castellano, para facilitar la evangelización, contribuyendo
así ala consolidación del dominio español.
Como efecto de aquellas medidas y acciones de los conquistadores Incas y
españoles, cada cual en su turno, los idiomas primitivos de estos
lugares, los que en mínimo porcentaje, como queda dicho, se refugiaron
en las partículas lingüísticas de los topónimos y antropónimos, la
zoonimia y fitonimia de esta zona andina.